miércoles, 24 de noviembre de 2010

EL SUSTITUTO

Esta mañana he vuelto a encontrar la tapa del váter levantada, los calcetines del revés en el cesto de la ropa sucia, la taza del café en la mesa del comedor, la luz del despacho encendida, las persianas sin subir, el cartón de leche vacío todavía en la nevera, la encimera llena de migajas de pan, un rastro de ceniza en el pasillo, un jersey tirado en un sillón, la toalla mojada en el suelo del baño y el espejo del lavabo salpicado de pelos y espuma de afeitar. No hay duda: se ha marchado definitivamente. Pero otro ha ocupado su lugar.



*Juro y perjuro que no había leído el de Agustín. Ha debido de resultar curioso para el jurado de ReC leer cientos o miles de micros casi idénticos, porque creo que muchos hemos tirado por un camino similar. No lo iba a colgar porque no me convencía. Pero me ha hecho gracia leer un micro casi gemelo en las Previsiones meteorológicas de un cangrejo.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

EL ABISMO

“El hombre luce una inquietante sonrisa”. Era la única línea escrita por el otro hombre, el que contemplaba, el que nos había llamado media hora antes transmitiendo, palabra por palabra, el mismo mensaje. La chica de la centralita pensó inicialmente que era una broma, pero cuando la voz de témpano y caverna ofreció una dirección postal precisa, la llamada se tiñó de sospecha y escalofrío. Sentado en un taburete, con un cuaderno y una pluma en las manos, salpicado de sangre y enfrentado al rictus ambiguo de su víctima, cuando llegamos nos miró. Y nos dijo: “Es terrible el abismo de la página en blanco”.

martes, 9 de noviembre de 2010

VENGANZA (Finalista del III Concurso de Microrrelatos sobre Abogados. Octubre 2010)

El último aliento. La confesión. El estertor. El tajo en el cuello. La mirada aterrada. El destello en la hoja. Las once y cinco. Las manos esposadas al cabecero. El alegato del juez. Soy inocente querida. Su cara de bobo. La acusación de ella. Hay indicios suficientes Señoría. Su mirada revoltosa. Las once. Un cuerpo de hombre desnudo sobre la cama. Ridículamente en calcetines. Una chica a horcajadas. Unas manos que juguetean con unos calzoncillos estampados de tortugas. Las once menos cinco. Una lucha de dedos y prendas. Unos botones que se resisten. Los primeros besos. Una puerta que se abre. Un ascensor que sube. Un coche que aparca. El último brindis de la cena. Te paso a buscar a las nueve. El primer café juntos. Las primeras risas. Y una promesa callada el día que los presentaron bajo la lluvia. En tu último aliento sabrás de quién soy hermana.




*Como ya se ha fallado el concurso del mes de octubre, cuelgo el relato. Mantengo de todas maneras el enlace por si alguien quiere leer el relato ganador. Desde aquí mi enhorabuena a la elegida.