sábado, 14 de mayo de 2011

A BOCAJARRO

“Esta vez no erraré el tiro”. Martínez lleva repitiéndoselo desde que ha salido de casa, convencido de que el eco de la frase resonando por los flancos de su conciencia ahuyentará el miedo que lo hizo fallar la vez anterior. Entonces tuvo a su objetivo bien cerca, de espaldas, indefenso y vulnerable, pero sus músculos empezaron a castañetear porque sintió vértigo y dudas, y porque acometer por la espalda le pareció una bajeza. Ahora no fallará. Sentado y expectante, aguarda a que el señor Barrientos detenga su explicación, lo mire con la sorna habitual y pronuncie las palabras que revuelven su dignidad: “Martínez, el café”.

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Como estoy bastante seco últimamente, cuelgo un micro que tenía por ahí guardado y casi olvidado.

2 comentarios:

  1. Recuerdo la frase Iván. No dejaba mucho lugar para más historias. No obstante, me gusta la técnica del texto y el lenguaje cuidado. Espero que pase pronto este período de sequía y vuelvas pronto por tus fueros.

    Abrazos.

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  2. También yo recuerdo la frase, con aprecio. Me han gustado esos músculos castañeteando. La frase es una parada obligatoria, arriesgada, pero exitosa, creo.
    Abrazo y barbecho.
    Gabriel

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