Esta mañana he vuelto a encontrar la tapa del váter levantada, los calcetines del revés en el cesto de la ropa sucia, la taza del café en la mesa del comedor, la luz del despacho encendida, las persianas sin subir, el cartón de leche vacío todavía en la nevera, la encimera llena de migajas de pan, un rastro de ceniza en el pasillo, un jersey tirado en un sillón, la toalla mojada en el suelo del baño y el espejo del lavabo salpicado de pelos y espuma de afeitar. No hay duda: se ha marchado definitivamente. Pero otro ha ocupado su lugar.
*Juro y perjuro que no había leído el de Agustín. Ha debido de resultar curioso para el jurado de ReC leer cientos o miles de micros casi idénticos, porque creo que muchos hemos tirado por un camino similar. No lo iba a colgar porque no me convencía. Pero me ha hecho gracia leer un micro casi gemelo en las Previsiones meteorológicas de un cangrejo.