miércoles, 20 de octubre de 2010

REFUGIO DE TIEMPO (Nueva Versión)

Los niños jugaban a atrapar la luz, mientras los perros olisqueaban con obstinación sus pantorrillas churretosas. Había en esa escena una triste plasticidad. O una extraña armonía. Porque a cada salto de los niños en busca de los rayos que se filtraban en el recinto, a cada chillido de emoción, los animales se apartaban sobresaltados. Pero enseguida regresaban a su pertinaz tarea, como si pudieran alimentarse de los olores que desprendían las piernas de los pequeños. Y entonces el grupo se recomponía para volver a romperse después.

Al atardecer volverían los estruendos, el miedo, el olor a pólvora, los gritos, las balas, la sangre, el dolor, el fuego, la pena, la pena, la pena; y yo, de nuevo, tendría que enfrentarme a sus lágrimas para decirles que si no sacrificábamos otro nos moriríamos de hambre.


**La versión anterior no me acababa de convencer, y tras los comentarios de Jesus y Gabriel, después de pensarlo mucho, decidí intentar rehacer el micro. Cuelgo una nueva entrada porque los cambios son sustanciales y si modificara la entrada anterior los comentarios no se corresponderían con el texto.

20 comentarios:

  1. Hola Iván;:

    ´Creo que ha mejorado. Sólo pienso que est parte:
    "Y ahí estaba ese extraño equilibrio.

    También había algo conmovedor en su manera de moverse, algo trágicamente poético, porque niños y perros se afanaban en confundir sentidos y sensaciones, olvidados por un momento de la rutina del horror" se puede eliminar sin qu ele quite nada al microrrelato. Creo que lo del equilibrio lo siente, le llega al lector sin decirlo y el párrafo siguiente me parece que redunda en lo dicho en el anteriro, que quizá es explicativo.
    Yo he probado a leerlo sin esas frases y no pierde fuerza, creoq ue l agana. Pero esto son temas puramente subjetivos.
    Resumiendo que me gusta más que el anterior en esa suspensión del ritmo que te comentaban Jesus y Gabriel.
    Un saludo

    PD He tenido que entrar de una manera rara porque con el perfil de Wordpress no me dejaba. Soy Rosana Alonso.

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  2. Rosana, acabas de iluminarme. Le meto la tijera al micro, haciendo honor al título del blog y a tu recomendación, y la pieza adquiere otro aire. Había sido incapaz de verlo, así que muchísimas gracias. Creo que así se queda.

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  3. Me gusta, sin duda. ¡Puñetero ritmo! que no se planea y que influye tanto.
    En la versión anterior me quedaba un regusto de perros jugando que no está en ésta. Ahora los perros siguen a los niños por extrañeza y por necesidad.
    Un último detalle puntilloso: En el último párrafo me gusta la repetición de pena; pero al poner una coma antes de "y yo", la nueva frase adquiere parte del peso de la enumeración. Creo que ganaría con un punto y seguido. Así, la repetición se detiene, la saboreamos, y en la misma línea arrancamos con la contundente frase final. También es cuestión de gustos.
    Y, por último, una enhorabuena así de grande a tu actitud. A tus dos actitudes, la de crítico y la de escritor.
    Un abrazo como a Pablo: Abrazo, mirada, palmada, abrazo.
    Gabriel

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  4. Me alegra que te parezca adecuado Iván, además fíjate ahora el título(que antes parecía repetición o no acababa de encajar)es perfecto: complementa el microrrelato, lo dota de significado y crea esa imagen del instante que desribes como refugio entre horror y horror.

    Y me sumo a la enhorabuena a tu actitud como crítico(yo tb me pido que revises mi futuro manuscrito) y como escritor.
    Un saludo
    Rosana Alonso

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  5. Rosana y Gabriel, la nueva versión está casi más en deuda con vosotros que conmigo, eso sin duda. Sois magníficos lectores y críticos. Lo mío no tiene demasiado mérito: es formación académica y profesión (ya se me ha colado una rima interna).

    Rosana, date prisa con ese manuscrito, porque los pequeños salvajes a los que doy clase me están destrozando el cerebro a un ritmo vertiginoso. No prometo conservar mis facultades por mucho tiempo.

    Y Gabriel, sí, tienes razón. En dos cosas, además: el ritmo, junto con el tono, es una de las cosas más difíciles, no sólo de controlar, sino de valorar con criterios objetivos y técnicos. Y eso tan impalpable, resulta que adquiere una importancia absoluta en un texto. El léxico, la sintaxis, la puntuación, esos aspectos se ven en la superficie y con mayor o menor esfuerzo se pueden analizar. Pero amigo, el tono y la cadencia son, como tú dices, "muy puñeteros". Segunda cuestión: ahí va el punto y coma que reclamas y cuyo uso argumentas de forma magistral.

    Devuelvo el abrazo, la mirada, la palmada y el segundo abrazo.

    A la dama, un beso en la mano y una genuflexión admirada.

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  6. Comento la nota a pie de página: si un escritor crece sin parar, si adquiere conocimiento de la técnica, si escucha a quienes le rodean, si vive en el mundo(en definitiva) es necesario que vea su obra con ojos distintos. Las palabras escritas siempre son palabras congeladas y se debe volver a ellas, una y otra vez, hasta que alcancen la forma excelsa (la forma que más se acomoda a los sentimientos actuales del escritor). A partir de ahí, creo que es un error la corrección porque significaría "retocar" una fotografía vieja a la fuerza. Por tanto, corregir hasta que la obra nos represente plenamente en un instante único. Y dejar de corregir, aceptar lo que uno fue, para poder seguir creciendo sin lastres.
    Abrazos fuertes,
    PABLO GONZ

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  7. Vaya Pablo, has dado en la diana. No te creas que no lo he pensado. Es decir, ¿hasta qué punto me representa la nueva versión si he retocado los cimientos a través de miradas ajenas? Bueno, no sé. Es un tema controvertido y me despierta un sentimiento ambivalente. La micronarrativa me genera muchas dudas en el proceso creativo. No tengo la sensación de caminar con paso firme. Así que, en pleno proceso de crecimiento, con la personalidad literaria todavía por asentar, quizás las opiniones de gente que está más curtida en el género reverberan demasiado en mi cabeza, y eso hace que me tambalee a menudo en la toma de decisiones.

    En fin, pensaré a fondo en tus palabras, Pablo. Pero antes de ponerme a ello, déjame que te agradezca tus consejos.

    Abrazos fuertes y meditabundos.

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  8. Iván, yo, puestos a hacer caso a alguien, le haría caso a Pablo antes que a mí.
    Comparto tus dudas y tus intenciones de firmeza. A mí me gusta (me ha costado) que me hagan comentarios críticos. Agradezco la corrección de mis errores, si son errores; pero procuro ser firme en cuestiones subjetivas. Pienso que un micro es una idea que nos atraviesa, y por lo tanto es la imagen de lo que vimos, dibujada como en aquel momento la dibujamos. Por tanto hay que tenerle cierto aprecio a nuestra creación, y cierto aprecio a nuestra capacidad de crear. Hasta ahora yo no corregía nada en base a críticas ajenas. Asimilaba el comentario y procuraba utilizarlo como aprendido, pero no de forma retrospectiva. Es muy probable que no sientas la segunda versión como tuya, me parece lógico. Tírala y vuelve a la primera. Si había algo que aprender, ya lo has aprendido.
    Lo importante estaba en el debate del primer micro, no en el resultado del segundo.
    Saludos con palmadas a ti y a Pablo.
    Gabriel

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  9. Hola, Iván. Llevo varios días pasando por tu blog y leyendo con interés los comentarios aparecidos en el micro anterior y ahora, al leer la nueva versión, me doy cuenta que estoy condicionado por las opiniones de los comentaristas. La polémica que se plantea a partir del comentario de Pablo en este nuevo post me ha hecho pensar en cómo habría valorado yo ambas versiones si no hubiese estado leyendo los aportes anteriores. ¿Sería la misma?

    No obstante, también creo que el tema no es tan grave. En la historia de la Literatura ha sucedido a menudo que los autores han hecho cambios en sus obras cuando se hacía una nueva edición, quizás por sugerencias de otras personas o porque el autor evolucionaba y veía la obra de otro modo. Ahora con este sistema de blogs todo es mucho más rápido y todos somos espectadores de esas sugerencias o esos cambios. Tampoco creo que el cambiar algunos aspectos de tu micro por esas sugerencias hace que deje de ser tu obra, al fin y al cabo no somos herméticos y todo nos puede condicionar; desde una lectura hasta una opinión, y podemos terminar plenamente convencidos de que la segunda opción es mejor que la primera.

    Un saludo y enhorabuena por el blog. Pasaré a menudo por aquí, merece la pena.

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  10. Iván, stop. Lanza la tijera o me vas a volver tarumba. Decía Aristóteles que la sabiduría está en el punto medio. Yo dejaría el micro así. La idea se mantiene igual que en el primero. Pero tras la poda, luce más recio. El resto, es cuestión de estilos. Y tu ejercicio de correción demuestra tu humildad y valentía. Dos piedras angulares para comenzar a crecer. Por último, que tire la primera piedra el que no tenga ninguna duda durante el proceso creativo.

    Un abrazo.

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  11. Agustín gracias por la recomendación. Por cierto, Horacio venía a decir lo mismo que afirmas que decía Aristóteles. De hecho se alude muchas veces al "justo medio horaciano" como sinónimo de mesura. Y esa filosofía cristalizó en el tópico de la Aurea mediocritas, que proponía encontrar un equilibrio entre los extremos.

    Un abrazo.

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  12. Duro microrrelato. Lleno de imágenes potentes. Procuraré hacer mas visitas por aquí.

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  13. Es sano escuchar, aprender y si nos da la real gana retocar. Los comentarios deben servirnos para avanzar. Eso no quiere decir que estemos siempre de acuerdo ¿eh? Pero nos detiene un momento a pensar, luego decidimos. En cuanto a las correccionesm yo he leído microrrelatos brillantes con incoherencias como castillos que podían haberse evitado con una segunda o tercera lectura, ¡y lo más grave es que han pasado finales de concursos! Así que corregir está bien, que nos ayuden, también, porque a veces tenemos el burro delante de las narices y no lo vemos. Ahora bien, cuidado con las correcciones excesivas porque el relato ganará formalmente pero puede perder frescura y eso, amigo, es importante para atrapar al lector a primera vista.

    ¡Vaya parrafada que he soltado!

    Mil besos.

    Y ánimo con los pequeños locos de hormonas rebotadas.

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  14. Yo no tiro ni la primera ni la última piedra, tengo todas las dudas del mundo al crear(como bien sabe la gente a la que le envío micros para que opine).

    Eso sí, tiene razón Lola, en lo de que no pierda frescura pero el tuyo no la ha perdido en absoluto.
    Ya verás, no lo leas en un tiempo y luego léelo con una mirada nueva , como si fueras otro. Ya verás....ç
    Rosana

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  15. Pues ya está dicho todo y yo aún no he dicho nada.

    Así pues sólo diré que me gusta más que el anterior.

    Y que hoy hay luna llena, si fuéramos supersticiosos aprovecharíamos su influjo para juntar unas letras

    Un abrazo.

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  16. Ayer, en un momento determinado, decidí callar. Tenía la sensación de estar siendo acechado por una duda gigante con forma de signo de interrogación y piel escamosa de ofidio, que, si me alcanzaba, iba a constreñirme hasta la asfixia para después engullirme con la frialdad milenaria de las serpientes. Acabé escapando, tras una extenuante carrera, y hoy, recuperado del esfuerzo veo las cosas de manera diferente.

    Gracias a todos por vuestra generosidad, por vuestro tiempo y por vuestra lucidez, regalos que voy acumulando en mi vitrina después de cada una de vuestras visitas.

    Después de todo, podría desdecirme de nuevo y volver a la segunda versión que colgué, antes del comentario de Rosana, pero es que ahora veo la redundancia de párrafos en toda su magnitud. Así que me es difícil volver a lo de antes. Si es más o menos mío el micro, pues casi da igual. Si la pieza sale beneficiada de un análisis colectivo, quienes ganan son los lectores, qué importa si la cuota de responsabilidad en la composición es plenamente de quien la firma o es compartida. El debate va a estar abierto siempre. Mirad la polémica que se originó con la publicación de los manuscritos originales de los cuentos de Carver (Principiantes, Anagrama) antes de pasar por la poda de su editor Gordon Lish.

    Pues bien, parece que todo está conectado en esta vida, y, quizás para honrar el título del blog, ha surgido aquí de forma espontánea un debate muy parecido al que acabo de aludir.

    Muchas gracias a todos de nuevo.

    Abrazos múltiples y calurosos.

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  17. Coincido con Lola Sanabria: que no pierda frescura. Las correcciones deben orientarse a la convención (a hacer inteligible el relato) pero no matar la chispa que lo anima.
    Sigo leyendo,
    PABLO GONZ

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  18. Hola Iván:

    He leído esta nueva versión hace unos días y luego todos los comentarios que ha generado.

    Hace unas semanas atrás, cuando publicaste Pasado Imperfecto y corregiste la poesía, te dejé un comentario en el que te decía que añadir tres versos o quitar diez en nada beneficiaba o perjudicaba el texto.

    Ahora, cuando me pongo a comentarte este micro, vuelvo a reafirmarme en aquel criterio.
    Pienso que un texto si no contiene aciertos y fallos, si no contiene esa contradicción que, a la postre, constituye su virtud, si un texto no te provoca el "si, pero" pasa a ser algo muy bien parido informativamente y, en ese aspecto se agotaría su calidad literaria. No hay una sola obra literaria ni clásica ni actual a la que uno no pueda hacerle objeciones. La contradicción es inherente a la obra de arte y la frase no es cosecha mía sino de Arnold Hauser -y perdón por andar soltando autoridades por aquí-.

    Para concluir en el tema correcciones: si comparas los dos textos ¿en qué gana el segundo en comparación al primero más allá de la elimicación de un par de diminutivos? En muy poco, Iván, en muy poco. O dicho de otra forma: Tu texto es el primero, el segundo es una corrección, sólo una corrección aconsejada, nada más. Pienso que las críticas bienvenidas sean siempre, ahora bien, si no se trata de errores morfosintácticos o tipográficos las correcciones, las menos. Te diré más, en el aspecto de la composición me gusta mil veces más el primero que el producto corregido.

    Vale, respecto al micro en sí.

    Me parece interesante el paralelismo que se manifiesta entre perros y niños que comparten la misma abyección en un mismo mundo. Unos son víctimas de la conciencia y otros víctimas de la necesidad. Y todos víctimas de los Cuatro Jinetes -que en realidad son algunos más leyendo el Apocalipsis estricto sensu-. En el primer texto me parecía muy solvente el cierre con el guión de diálogo, porque era una forma de hacer conciente la derrota. en el segundo texto eso se diluye.

    Espero no haberte fastidiado aún más si así hubiera sucedido te pido disculpas. Mi intención siempre es echar una mano y no meter la pata.

    nos seguimos leyendo,

    salut,
    hugo

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  19. Hola Iván:
    Espero esta vez tener más suerte que con el comentario anterior que se lo tragó el agujero negro de google.

    Respecto al micro y correcciones.

    Leí tu primera versión. Me gustó. Leí la segunda, me gustó menos.

    Hace algunas semanas, cuando publicaste Pasado Imperfecto, te dejé un comentario en el que te y me preguntaba en qué cambiaba aquel texto si le quitabas tres versos o añadías diez. Me aventuraba a responderte que "en nada".

    Vistas las dos versiones del micro me reafirmo en mi opinión anterior. Pienso que ningún texto es redondo -quizá esa opinión no deja de ser una falacia retórico-emotiva y poca cosa más-. Todo texto contiene aciertos y fallos y gracias a esa contradicción, a esas imperfecciones cualquier obra literaria pervive como tal. La contradicción es inherente a la obra de arte, la frase no es mía, es de Arnold Hauser. Yo simplemente puedo añadir ¡afortunadamente un texto literario es algo contradictorio! Lo redondo se supone que ha de ser la información -enciclopédica o periodística- o los mensajes religiosos -su contradicción es histórica no textual-. Quiero decirte con todo esto, que en mi opinión, las críticas bienvenidas sean todas, las correcciones si no son por flagrantes errores morfosintácticos o tipográficos, siempre las menos. Comparados los dos textos -odiosamente, por supuesto- el primero me parece que obedece a un impulso creativo y como tal trasciende en la lectura y el segundo es el producto de una corrección sugerida. ¿En que cambia la composición en uno y otro? Para mí en nada, más allá de eliminar algún diminutivo.

    Respecto al micro en sí:

    Me resulta interesante el paralelismo que se genera entre niños y perros que comparten la misma abyección de un mismo mundo en destrucción. Unos serán víctimas de la conciencia y otros de la necesidad. Todos, a la postre, víctimas de de los Cuatro Jinetes -aunque son algunos másen el Apocalipsis strictu sensu-. En la primera versión, me parecía bastante solvente el cierre con el guión de diálogo ya que introducía una manifestación de la conciencia del narrador protagonista y aabría mejor el final del texto.

    En fín, espero no haberte fastidiado aún más. Si así hubiera sido desde ya te pido disculpas. Mi intención -desde la disensión, por supuesto,- es siempre proporcionar una mano y no meter la pata. Sé que no siempre lo consigo.

    nos seguimos leyendo,

    salut,
    hugo

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  20. Parece que he elegido un mal momento para irme de vacaciones, me he perdido alguna discusión muy interesante como ésta.
    A mí, Iván, me gusta más como está ahora, pero es una cuestión subjetiva, una cuestión de gusto. Es evidente que uno no debería realizar cambios en un texto de creación sólo por satisfacer gustos ajenos.
    Por otro lado, sí que me gustaría puntualizar un par de cosas: cuando hago sugerencias, o comentarios sobre la creencia de que tal frase, comienzo o final son mejorables, lo hago como apreciaciones personales y las aporto por si a quien las lee le dan material para pensar, tal vez en algo que no se le pasó por la cabeza en un primer momento. Nunca he pensado en redondeces ni en perfecciones, menuda presunción por mi parte.
    Por otro lado, entiendo que la mayoría de compañeros que mantienen blogs lo hacen para encontrar, precísamente, este intercambio de ideas, de percepciones y de sensaciones.

    Una pena no haber podido seguir el debate en "directo".

    Un abrazo

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