Había
brotado, en medio del huerto, un imponente piano de cola. El día después, por
la puerta de la cancela, apareció la pianista, arrastrando sus pasos. Se encaminó
hacia el piano, se sentó y empezó a tocar. Su cuerpo se impregnó entonces de un
vigor triste. Y cada nota fue guiada por una especie de pulsión agónica. La
melodía sobrecogió el aire y convocó a los vecinos, que acudieron estremecidos.
Cuando acabó su actuación, la pianista cayó exánime. La enterraron allí mismo.
Al día siguiente, el piano desapareció. La tierra expulsó en su lugar un niño
de aire lánguido que arrastró sus pasos hacia la puerta de la cancela.
Es curioso como consigues un micro circular (o la historia que yo me he montado) con solo un semicírculo. Era una frase que invitaba ¿verdad?
ResponderEliminarMe ha gustado mucho
Un abrazo
Si es que si tú quisieras, y ReC se dejara...
ResponderEliminarQué bien escribes, gachón!!
Un abrazo
Me gustó leerte de nuevo Iván, un placer con tu nivel.
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye oyasin
Un buen homenaje a la maternidad, esa unión con la sabía del árbol, la muerte y el nacimiento. En fin, es a lo que me llevas.
ResponderEliminarFelicidades por tu Lmb, es un micro que me ha gustado, sobre gemelos pero tratado de forma diferente, como entrada al diccionario. Un abrazo
Es un placer leer cosas bien escritas en estos tiempos.
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