martes, 6 de agosto de 2013

TRES AÑOS DE LA TIJERA DE LISH



Ayer se cumplieron tres años de la apertura de este blog. Como habréis visto, las entradas se hacen cada vez más espaciadas. Quizás porque el objetivo con el que abrí este espacio se cumplió con creces hace tiempo. Quizás porque me he acabado cansando un poco de los microrrelatos e incluso de la blogosfera. Quizás porque para mantener un blog hagan falta un tiempo y una energía de los que ahora no dispongo. En cualquier caso, quería aprovechar la ocasión para agradeceros a todos los que habéis ido pasando por aquí vuestro interés y generosidad. 

Para corresponderos (modestamente, eso sí), os dejo un microrrelato inédito. Abrazos múltiples y agradecidos:


LA PAREJA PERFECTA

            Incluso tuve que soportar el gesto entre incrédulo y socarrón de las enfermeras cuando les dije que había ido a hacerme una mamografía. Así empezó todo: me diagnosticaron una ginecomastia en la mama izquierda. Más tarde, visité al cardiólogo. Él me confirmó que tenía una insuficiencia mitral leve. Cuando llegué a casa, busqué en internet. Y me llamó la atención que el trastorno se diera con mucha más frecuencia en mujeres. No pasó demasiado tiempo hasta que comencé a notar un malestar general indefinible, acompañado de otras dos sensaciones desconocidas hasta entonces en ese grado: mayor irritabilidad y mayor predisposición al llanto. Esos síntomas solo duraron tres o cuatro días. Pero al cabo de un mes volvieron. Y al siguiente. Y al otro. También advertí, por el contrario, que mis relaciones sexuales se volvían más placenteras: los orgasmos no solo se hacían más intensos y duraderos, sino que se llenaban de matices insospechados.
            Lo habrán adivinado: me he convertido en mujer. Pero ni siquiera eso es lo más extraordinario del caso. Lo más insólito es que mi mujer ha seguido el proceso inverso y se ha transformado en un hombre. Parece que por fin somos felices.


11 comentarios:

  1. Felicidades, Iván. Tres años no sé si llevo disfrutando de tus letras, pero un tiempito sí. Y sí, al final uno se cansa y cambia y creo que son pasos necesarios.
    Un abrazo grande

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  2. Felicidades por esos tres años de blog, Iván. A mí me pasa un poco lo mismo. Miro hacia atrás y no entiendo como era capaz, cuando comencé con el blog hace casi tres años, de publicar un microrrelato ilustrado por día :-)

    Un abrazo.

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  3. Ponerse en el lugar del otro para alcanzar una plenitud de la que nos priva nuestra limitada forma de ser y de ver las cosas. La metamorfosis como elemento clave para que todo encaje. El equilibrio que proporciona esa frase final, escueta y resolutiva, justificando la extrañeza del proceso.

    Leerte siempre resulta estimulante, Iván. Entiendo el peso de los días, la sensación de tener que partir de cero cada vez que nos sentamos frente al teclado. La presión que nos lleva a buscar resultados. Tanto si decides seguir adelante como si cambias de registro, no dudo de que tu rigor seguirá siendo el mismo, o puede que mayor aún.

    Enhorabuena por estos tres años.

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  4. Jajaja el Camino de la felicidad tiene estos desvíos.
    Enhorabuena por los tres años, aunque yo Sí echo de menos que aparezcas más à menudo por aquí.
    También me da pena la sensación de cansancio que noto últimamente. Una cosa es ser exigente y publicar con más conciencia.

    Ahí estamos.

    Un saludo indio
    Mitakuye oyasin

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  5. Quizá nuestros blogs, a los que antes éramos tan asiduos, se estén metamorfoseando en. ¿Serán felices?

    Muchas felicidades, Iván, y un fuerte abrazo

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  6. Feliz cumple, y que la transformación -literaria, of course- te sea propicia. En blog, en facebook o en cualquier otra piel, te seguiremos leyendo.
    Abrazos veraniegos.

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  7. Está claro, la metamorfosis sólo hizo desgraciado a Gregorio Samsa.
    Feliz cumpleblogaño, Iván. Hagas lo que hagas, mantennos informados, porfa.
    Un abrazo.

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  8. ¡Feliz aniversario, Iván! Una travesía de tres años -olas más, olas menos- siempre es venturosa.

    Yo deseo que no lo dejes, porque esta Tijera es, para mí, uno de mis puntos de referencia. Puede que el motivo sea egoísta -el mío, digo- pero es totalmente bien intencionado.

    En cualquier caso, me sumo a lo solicitado por Miguelángel. Hagas lo que hagas, dejanoslo saber.

    Un abrazo,

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  9. Hola Iván:

    (acabo de cagarme en Bloguer porque se ha devorado el comentario que te había dejado)

    ...volvamos.

    Primero, el micro. Me interesa la irrupción de la realidad como revelador de una suerte de negativo fotográfico que guarda y oculta el narrador-protagonista. Focalizado desde lo clínico, la mutación no es brusca, sino progresiva -he ahí una de sus virtudes- y pasa de lo genital a la percepción diferente de los orgasmos.
    Aceptar el pacto con lo fantástico es fácil, el pacto con el absurdo ya es otro cantar y pienso que, en tu caso el absurdo se vuelve verosímil y eso esta muy bien.
    La vuelta de tuerca la dejas para el final cuando su pareja cambia de sexo -...¡con el porvenir erótico que podía tener dejar que nada cambiara en la otra banda de la cama!- y ese cambio se plantea como una forma de felicidad sin ahorrar ironía.

    El texto me recordó una película de 1980, "Cuentos Eróticos" que codirigían Braso y Chávarri y que se componía de diversos cortos de otros directores. Había uno de Fernando Colomo que se llamaba "Koñesonaten" y su protagonista sufría cierta transformación por tener entre "ceja y ceja" lo que el título sugiere.

    Finalmente, el micro permite que el lector continúe el texto y eso está bien. Aunque, ¡vaya forma de salir del armario!

    Company, respecto a lo que usté se plantea hacer después de este tercer aniversario, mire, el bloss, la blossofera i la mare que els va portar a tot plegats son máquinas de picar carne, materia gris, tiempo y espacio y hasta cierta forma de joder una actitud mínimamente crítica ante las cosas. Si uno se preserva y hace con el bloss lo que se le da la gana -y no se festeja al seguidor número 200, como vi una vez en un bloss- es posible que te tiren piedras al escaparate o es posible que hasta te aplaudan con las orejas -hay gente que a fuerza de creerse esos aplausos acaba pegándose alguna que otra ostia-, pero en definitiva, pienso que no hay vida más allá del borrador y que uno es su texto y poco más. Sí, a veces el bloss permite entrar en relación con Iván Teruel y uno lo agradece y hasta queda para hacer unas birras con él y eso también esta bien.

    Haga lo que haga company, estara ben fet...

    nos vemos,
    chau,
    hugo

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  10. Amigo Iván, ante todo mi felicitación por estos tres años de blog. El tuyo es un blog de referencia, de microrrelatos magníficos que nos enganchan. Me ocurre algo parecido, yo también voy dosificando las entradas en mi blog, creo que hay que tomarse la actividad bloguera con calma y que no nos distraiga. El blog incita pero no debe agobiarnos, ante todo la creatividad, esta es mejor que la super-productividad.
    Felicidades.
    Francesc Cornadó

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  11. Felicidades Iván, ya tú sabes, yo ando como tú... Mental físicamente-

    Por cierto, tu microrrelato Cuántos amaneceres me gusta tal como está: el ritmo fluye, las frases también, el título tal cual... Ni flows ni hostias, ni otras vainas mal argumentadas... En fin...

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